El Yoga y sus Beneficios


Se ha dicho que el yoga ayuda a modificar la forma de vida de quienes lo practican. Los cambios son variados y dependen de muchos factores como el estado físico y mental de la persona, qué tipo de enfermedad tiene (si es que padece alguna), la alimentación y cómo se tome la práctica, entre otros.

El yoga trabaja sobre los chacras, que son centros de energía que están localizados en determinadas partes del cuerpo. Con ello, se armoniza el cuerpo permitiendo que la energía circule y fluya, modificando el funcionamiento del organismo, equilibrándolo.

El yoga es útil para mantener, recuperar y aumentar la salud física. Podrás prevenir el estrés, bajar la tensión y la ansiedad, fortalecer tu sistema inmunológico, ver mejoría si eres hipertenso, diabético, asmático y si tienes dificultades para conciliar el sueño o padeces dolores crónicos de cabeza o espalda. Mejorarás el sistema cardiovascular, el aparato digestivo y la visión.

En Flexibilidad

El yoga permite mejorar la postura corporal, uno de los primeros beneficios que se observan con su práctica es el aumento de la flexibilidad. Es probable que en un principio no puedas tocar las puntas de los pies con las manos ni mucho menos realizar arcos hacia atrás, pero si eres constante, notarás algunas posturas que parecían imposibles de realizase, serán posibles al fin.

Al mismo tiempo, desaparecerán dolores y tensiones, esto no es una coincidencia, ya que al alinear huesos y músculos y dar flexibilidad al cuerpo en general, estarás menos tenso y mejorarás en todos los aspectos tu postura.

Mejorar el tono muscular.

Músculos Fuertes
Los músculos, además de mejorar nuestro aspecto físico, nos protegen de dolencias como la artritis, dolor de espalda, ayudan a minimizar el impacto de las caídas en las personas mayores y muchas otras cosas más. El yoga nos ayuda a fortalecer los músculos; pero, a diferencia de las rutinas en un gimnasio, lo hace en conjunto con la flexibilidad. Si solo levantas pesas con el objetivo de aumentar el tamaño de los músculos, solo conseguirás fortaleza y no flexibilidad.

Relajar Músculos
Algunos movimientos cotidianos, como sujetar el volante del coche con fuerza, tarde o temprano producen tensión crónica, fatiga muscular, dolor en las muñecas, brazos, hombros, cuello y rostro, lo cual puede aumentar el estrés y empeorar el estado de ánimo.
Con el yoga, comenzarás a identificar dónde ejerces más fuerza o tensión: Puede ser en la lengua, los ojos, los músculos de la cara y el cuello y aprenderás a relajar tanto los músculos grandes (cuádriceps, trapecio o glúteos) como los pequeños.

Fortalecer los huesos.

Ayuda a mantener la columna vertebral sana
Los discos que separan las vértebras de la columna (que sirven como amortiguadores, permiten ligeros movimientos de las vértebras y a la vez las mantiene unidas) se pueden herniar y como consecuencia, comprimir los nervios. Es por medio del movimiento que consiguen sus nutrientes, si se realiza una buena y equilibrada rutina de ejercicio como el yoga, combinada con torsiones, se suministrará el alimento para mantener a las vértebras saludables.

Ayuda a prevenir la Osteoporosis
Sabemos que los ejercicios en los que se realiza carga de peso fortalecen los huesos y en algunos casos previene la osteoporosis. Muchas posturas de yoga requieren que uno levante su propio peso y se sostenga parcialmente en diferentes articulaciones. Algunas como el “Perro Cabeza Abajo” o el “Perro Cabeza Arriba” fortalecen muchísimo los brazos y hombros, que son muy susceptibles a las fracturas por osteoporosis.

Hay estudios que demuestran que la práctica del yoga intensifica la densidad de los huesos vertebrales. La capacidad del yoga para bajar los niveles de la hormona del estrés (cortisol) puede ayudar a conservar el calcio de los huesos.

Activa las Articulaciones
Cada vez que se practica yoga, se mueven las articulaciones. Esto ayuda a prevenir la artritis degenerativa y a disminuir el dolor mediante el “efecto esponja” de las áreas de cartílago que normalmente no son utilizadas.

El cartílago de las articulaciones es como una esponja; recibe los nutrientes frescos sólo cuando se exprimen los fluidos y éstos absorben un nuevo suministro. Sin un adecuado mantenimiento, las áreas de los cartílagos se pueden fatigar, exponiendo al hueso que protegen.

Mejorar la respiración.
El yoga sirve para mejorar, en muchas formas, la función respiratoria, alcanzando el volumen máximo al inhalar y mejorando por mucho la exhalación. El yoga también promueve la respiración por la nariz, la cual filtra el aire, lo calienta y lo humidifica, removiendo el polen, la suciedad y otras cosas que pueden penetrar en los pulmones.

El yoga te enseña a respirar. Muchas personas no conocen las técnicas de respiración que les podrían ayudar significativamente a tranquilizarse y aliviar algunas enfermedades respiratorias.

Mejorar la circulación.

Mejora la Circulación
El yoga hace que la sangre del cuerpo fluya con libertad. Los ejercicios de relajación favorecen la circulación, especialmente de los pies y de las manos. El yoga estimula la oxigenación de las células, las cuales funcionan con mejores resultados. Las posturas de torsiones estimulan la circulación de los órganos internos y permiten que la sangre oxigenada fluya hacia ellos cuando se suelta la postura.

Las posturas invertidas, como la “inversión sobre las manos, la cabeza o los hombros” (la Vela, por ejemplo), hacen que la sangre de las caderas y las piernas fluya hacia el corazón. Esto es de mucha ayuda si se sufre de hinchazón en las piernas, debido a problemas circulatorios, cardiacos o de riñones.

El yoga también mejora los niveles de hemoglobina y células rojas, que transportan el oxígeno a los tejidos. Esto ayuda a disminuir la incidencia de los ataques de corazón, infartos y formación de coágulos, que son muchas veces los causantes de los mismos.

Fortalece al Corazón
Practicar yoga con regularidad y disciplina da fuerza al corazón, ayuda a prevenir ataques cardiacos, mejorar las condiciones cardiovasculares y aliviar las depresiones. Si se practica el yoga en movimiento o asanas encadenadas (por ejemplo el tipo de Yoga Ashtanga), el trabajo que hace el corazón se podría considerar como ejercicio aeróbico.

Y aunque no se incremente el esfuerzo aeróbico, las asanas y los ejercicios respiratorios pueden mejorar las condiciones cardiovasculares.

Diversas investigaciones han demostrado que el yoga baja los latidos del corazón en reposo, aumenta su fortaleza e incrementa el suministro de oxígeno durante el ejercicio, lo cual demuestra el enorme beneficio que ofrece, aun cuando se esté practicando un deporte.

Bajar la Presión
Si padeces hipertensión, el yoga te será de gran ayuda. Los efectos de la Savasana (postura de relajación profunda consciente) son semejantes a descansar sobre un sofá. Estudios han demostrado que esta postura ha ayudado a mucha gente a disminuir hasta en 26 puntos los niveles de presión alta y en 15 los niveles de presión baja, después de practicar yoga constantemente, el descenso de la presión es evidente.

Disminuye la Glucosa y el Colesterol
El yoga reduce el nivel de azúcar en la sangre y el colesterol “malo” a la vez que aumenta los niveles de colesterol “bueno”. Se ha visto que los diabéticos que practican yoga logran disminuir el nivel de azúcar de varias maneras: reduciendo el cortisol y la adrenalina, con la pérdida de peso y mejorando la sensibilidad a los efectos de la insulina. Si descienden los niveles de azúcar, disminuirá el riesgo de complicaciones como ataques al corazón, fallas renales y ceguera.

Mejorar el trabajo intestinal.

Evita el Estreñimiento
Las úlceras, el síndrome del colon irritable y el estreñimiento son afecciones que suelen intensificarse por el estrés, así que, si te estresas menos, sufrirás menos.

El yoga, como cualquier otro ejercicio físico, puede aliviar el estreñimiento, y en teoría, reducir el riesgo de padecer cáncer de colon. Al mover el cuerpo se facilita el proceso digestivo y el movimiento natural de los intestinos, los yoguis opinan que las posturas con torsiones ayudan a mover los desechos de una manera fluida.

Regula el Metabolismo
Para obtener esa comunión de la que hablamos y de la que se desprende una relación sentimental y sexual exitosa, es de suma importancia tener una práctica constante del yoga.

A través de ejercicios de posturas (asanas), se obtiene mayor tono muscular, y se reconoce al cuerpo físico y sus necesidades.

Por medio de los movimientos y la respiración, el cuerpo recibe un masaje interno que estimula órganos internos, vísceras, sistema nervioso y sistema endocrino, éste último es el encargado de regular todo el metabolismo.

Bajar de Peso
El objetivo de hacer un dieta es bajar de peso, quizá hasta piensas en moverte más y comer menos. Poca gente piensa en practicar yoga como primera opción, pues existe la creencia de que no es un ejercicio cardiovascular. Aun cuando hay otras disciplinas más aeróbicas, en una clase de yoga se pueden quemar entre 250 y 400 calorías.

Al mismo tiempo, los logros espirituales y emocionales pueden estimularte a comer menos y a regular los problemas de peso en un nivel más profundo. El yoga te permitirá ser más consciente en los hábitos alimenticios.

Las posturas en el yoga son muy importantes para elevar tu gasto calórico y disminuir el estrés, la ansiedad y las preocupaciones, que son las principales causas del aumento del consumo de alimentos.

Hay que recordar que el metabolismo está controlado por hormonas, la tiroides produce varias clases de hormonas que ayudan a quemar calorías y el yoga estimula a la tiroides para que sea más eficiente.

Si bien el yoga te puede ayudar a perder algunos kilos, es más efectivo si se practica con regularidad y se convierte en parte de un estilo de vida saludable y activo.

Aliviar el dolor.

Disminuye el Dolor
El yoga puede aliviar algunos dolores. De acuerdo con varios estudios, las asanas, el Pranayama y la meditación, o una combinación de las tres, reducen el dolor en personas con artritis, dolor de espalda, fibromialgia, síndrome del túnel carpiano y otras dolencias crónicas. Cuando disminuye o desaparece el dolor, el estado de ánimo mejora, se está más activo y se reduce la toma de medicamentos.

Estimular el sistema inmunológico.

Apoya al sistema inmunológico
Las asanas y el Pranayama pueden mejorar la función del sistema inmunológico al reforzar las defensas del organismo aumentando la resistencia a enfermedades e infecciones.

La meditación ha demostrado tener un efecto benéfico en el sistema inmunológico, intensificándolo en ocasiones (por ejemplo, elevando los niveles de anticuerpos en respuesta a las vacunas) o descendiéndolo cuando es necesario (por ejemplo, para enfrentar una enfermedad autoinmune).

Aumenta las Defensas
Cuando los músculos se contraen y se estiran, también se mueven los órganos que están alrededor. Al entrar y salir de las posturas de yoga, se aumenta el drenaje de la linfa (un fluido viscoso rico en células inmunológicas). Esto ayuda al sistema linfático a aumentar las defensas y proteger al organismo de las infecciones, destruir las células cancerosas y librarse de los productos de desecho que se acumulan en el cuerpo.

Mejorar el funcionamiento de los órganos sexuales.

Aumenta la Energía Sexual
A pesar de que cada día son más los practicantes del yoga, todavía hay quienes desconocen las grandes virtudes que tiene para potenciar las relaciones de pareja y, sobre todo, el sexo.

Tanto en el plano emocional como espiritual, el yoga nos brinda, mediante la experiencia física y mental de la armonía, una tranquilidad que logra dar un equilibrio emocional que muy pocas actividades pueden proporcionar.

Incrementa la energía vital por la búsqueda del despertar de la Kundalini o energía sexual, que es el 90% de la energía del ser humano que está dormida. Cuando esta energía despierta, el ser humano es capaz de lograr cosas increíbles.

En la Relajación.

Estabiliza el Sistema Nervioso. El yoga estimula la relajación, hace más lenta la respiración y equilibra el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático. Este último es calmante y restaurador, disminuye el ritmo cardiaco y respiratorio, ayuda a que la presión arterial disminuya y aumenta el volumen de sangre en los intestinos y órganos reproductivos; abarcando la respuesta de relajación.

Mejora el Equilibrio
La práctica regular del yoga aumenta la propiocepción (que es la habilidad para sentir lo que el cuerpo está haciendo y cómo está situado en el espacio) y mejora el equilibrio físico. Quienes adoptan malas posturas o patrones de movimiento inadecuados, por lo regular tienen un sentido de la propiocepción muy pobre, el cual está ligado a problemas de rodilla y dolor en la espalda.

Una mejora en el equilibrio podría significar menos caídas. Para la gente mayor, se traduce en más independencia y podría evitar que tengan que recurrir a un cuidador o a un asilo.

Ayuda a descansar de los estímulos diarios
La estimulación es buena, pero en exceso puede afectar el sistema nervioso. El yoga es al antídoto ideal contra el ajetreo de la vida moderna.

Las asanas restauradoras, como el Yoga Nidra (una forma de relajación guiada), la Savasana (postura de relajación profunda consciente), el Pranayama (técnicas respiratorias) y la meditación nos protegen de los estímulos externos y nos ayudan a tener descansos adecuados, incluso cuando dormimos.

Yoga Para Embarazadas
Practicar yoga en el embarazo ayuda a la futura mamá y a su bebé a prepararse para el momento del parto. Pero más allá de los beneficios físicos para el cuerpo de la madre, el yoga para embarazadas permite entablar una comunicación especial entre la mamá y el hijo.

Entre los beneficios físicos que esta práctica brinda, están:

Aumenta la flexibilidad, lo cual será muy útil durante el parto, y aumentará la posibilidad de que éste sea natural y de que la recuperación sea más rápida.
Ayuda a controlar la respiración, un elemento de vital importancia en el momento de la llegada del bebé.
Fortalece la columna, que se afecta por el peso que debe soportar sobre todo en las últimas semanas de embarazo.
Mantiene la agilidad y mejora la circulación sanguínea de la futura mamá.
Por lo que respecta a los beneficios psicológicos, se encuentran:

La mujer estará más tranquila y con mayor vitalidad.
Relaja la mente y favorece el sueño.
Mejora el humor de la embarazada.
Le hace sentir con más fuerza y energía para recibir a su bebé.
En el campo emocional, los ejercicios de relajación, respiración y meditación crean un vínculo con ese ser que ya está en el vientre. El canto de mantras permitirá estar en sintonía con el bebé, lo que favorecerá a tener una relación más armónica y equilibrada con él.

Por todo lo anterior, el yoga se convierte en una buena elección para descubrirlo en esta etapa tan especial para cualquier mujer.

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